En ocasiones, todos necesitamos un mensaje inspirador que nos motive a seguir adelante, a perseguir nuestros sueños y a enfrentar los desafíos que se nos presentan en la vida. En este artículo, te presentamos una selección de mensajes que te llenarán de inspiración y te ayudarán a encontrar la fuerza para superar cualquier obstáculo. Prepárate para sumergirte en una avalancha de positividad que te hará ver el mundo con nuevos ojos. ¡Descubre cómo un simple mensaje puede cambiar tu perspectiva y transformar tu vida!
Un mensaje inspirador
Pensamientos de uno de nuestros lectores.
Nuestro pasado no define quiénes somos. Fue muy importante para mí recordar esto cuando salí de prisión el 5 de junio de 2014. Con esta actitud positiva y ganas de superar mis errores, pude empezar una nueva vida. Fue necesaria mucha fe y confianza en mi Poder Superior, al que llamo Dios. Mientras estuve encarcelado, la gente bromeaba acerca de «encontrar a Dios». Decían: «Oh, sí, está en prisión, todos lo encontrarán allí».
Por suerte lo tenía antes de entrar, pero nuestro vínculo creció cuanto más tiempo tenía para pensar en dónde estaba. Decidí confiar en mi Dios. A pesar de esta sentencia de prisión, él había realizado muchos milagros en mi vida. Finalmente me di cuenta: «Mi mejor pensamiento me trajo aquí – ¿por qué no confiar en algo que no me ha decepcionado?» En los últimos tres años desde mi liberación, he lidiado con todos mis problemas, preocupaciones, sueños, resentimientos y pruebas y Entregad las dificultades a este Dios de mi entendimiento. Él me guía a diario. Las cosas no siempre llegan en “mi tiempo”, pero todo siempre se resuelve en “el tiempo de Dios”.
Él sabe lo que es mejor para mí. Me trae paz, serenidad y perdón que nunca creí posible. Recuerda que nuestro ego no es nuestro amigo, pero la humildad puede llevarnos a un lugar de calma donde podamos vivir una vida mejor. Hoy miro mi pasado como algo por lo que tuve que pasar para llegar a la maravillosa vida que tengo hoy. Intentalo. Confía en algo en lo que nunca antes habías confiado. ¡Él también te estaba esperando!